Níger, Malí y Burkina Faso Abandonan la CEDEAO

 

Níger, Malí y Burkina Faso Abandonan la CEDEAO

Níger, Malí y Burkina Faso han anunciado su salida de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), un bloque regional creado en 1975 con la misión de promover la integración económica y mantener la paz en África occidental. Este bloque, que hasta ahora incluía a 15 países, se ve hoy afectado por la decisión de tres naciones gobernadas por juntas militares, quienes acusan a la organización de haber traicionado sus principios fundacionales.

¿Por qué?

Los tres países argumentan que la CEDEAO se ha convertido en una amenaza para sus gobiernos y su soberanía. A través de un comunicado conjunto, las juntas militares de Malí, Burkina Faso y Níger expresaron su decisión de retirarse de manera inmediata de la CEDEAO, citando que la organización ha actuado de manera "ilegal e irresponsable" y ha estado sometida a los intereses occidentales. La relación entre estos países y la CEDEAO se tensó tras los golpes de Estado que tuvieron lugar entre 2020 y 2023, lo que llevó a la imposición de sanciones por parte del bloque, con la intención de presionar para que los gobiernos civiles fueran restaurados al poder.

Las sanciones impuestas por la CEDEAO incluyeron medidas económicas severas, con el objetivo de aislar a los gobiernos militares y restaurar el orden constitucional. No obstante, estos intentos de presión no solo resultaron en un endurecimiento de las relaciones, sino que también alimentaron una creciente animosidad hacia las potencias occidentales y las instituciones regionales. Las sanciones fueron vistas como ilegítimas por los líderes de los tres países, quienes consideran que la CEDEAO no representa sus intereses ni los de sus poblaciones, sino que actúa bajo la influencia de los países occidentales.

Alianza de los Estados del Sahel 

A nivel interno, Níger, Malí y Burkina Faso comparten desafíos comunes, como el yihadismo, la inseguridad generalizada y la pobreza. En respuesta a estos problemas, los tres países formaron la "Alianza de Estados del Sahel" (AES), un bloque regional cuyo objetivo es coordinar esfuerzos para combatir la violencia extremista. La cooperación entre estos países es vista como esencial para mejorar la seguridad en una región marcada por la presencia de grupos terroristas islámicos.

Durante años, Francia desempeñó un papel clave en la lucha contra el extremismo en estos países, con tropas desplegadas en la región. Sin embargo, tras los golpes de Estado y el creciente rechazo hacia la intervención francesa, París tomó la decisión de retirar sus fuerzas, dejando un vacío de poder que los gobiernos militares locales están intentando llenar con el apoyo de sus aliados regionales.

¿Qué efectos tiene esta decisión?

Desde una perspectiva política, la retirada de estos tres países podría generar un apoyo popular significativo, ya que muchos ciudadanos ven con simpatía la decisión de desafiar a una organización que perciben como influenciada por potencias extranjeras. No obstante, las consecuencias económicas podrían ser más complejas. La CEDEAO ha sido clave en la promoción de la libre circulación de personas y bienes entre los países miembros, lo que ha facilitado el comercio y el intercambio cultural en la región. La salida de estos países podría restringir estas libertades, afectando tanto a nivel individual como empresarial.

Según la doctora Niagalé Bagayoko, experta en ciencias políticas y presidenta de la Red Africana del Sector de la Seguridad (ASSN), aunque la decisión de retirarse podría ser respaldada en el ámbito político, las repercusiones económicas y las limitaciones en la libre circulación de personas podrían generar oposición interna. Además, la retirada podría alterar la estructura institucional y geoestratégica de la región, desafiando el equilibrio que había logrado la CEDEAO en los últimos años.

El futuro de la CEDEAO

El futuro de la CEDEAO parece incierto ante esta división interna. La salida de estos tres países podría llevar a un reordenamiento de alianzas en África Occidental, con la "Alianza de Estados del Sahel" cobrando mayor protagonismo. A nivel internacional, la influencia de las potencias occidentales en la región podría disminuir, mientras que otros actores, como Rusia o China, podrían aprovechar esta oportunidad para aumentar su presencia.

El desafío ahora será cómo los tres países gestionan la cooperación interna en la lucha contra el terrorismo y otros problemas regionales, mientras se enfrentan a las consecuencias económicas y políticas de su retiro de un bloque regional clave.

Esta decisión histórica marca un punto de inflexión en la geopolítica de África Occidental, donde la relación con las organizaciones internacionales, la seguridad y la economía estarán en el centro del debate en los próximos años.

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